Tenemos una situación difícil entre dos áreas que siempre han tenido opiniones muy distintas; ahora se están integrando y necesitan trabajar juntas. Pero son tantas las diferencias que se hace difícil entrar a conversar ¿Cómo sacarlos de allí?
Si los desacuerdos son muy grandes, es frecuente que las conversaciones sobre el tema deriven en discusiones que van subiendo de tono y no terminan en nada, ¿le habrá pasado al lector salir de una situación como esa, sintiéndose enfurecido y/o frustrado?
Cuando los equipos repiten este patrón, tienden a profundizarse las diferencias, a sentirse incomprendidos, en la convicción de cada lado de tener la razón (mientras el otro es el equivocado): un diálogo de sordos. Al que cada lado regresa con más bríos “en defensa” de sus posiciones, o bien evitan pues, “para qué, si esa gente ni entiende ni escucha” (ellos, no yo).
No nos gustan las situaciones incómodas. Es posible evadir el tema por un tiempo, pero si realmente queremos provocar un cambio, es necesario abordar las diferencias.
Hay tres niveles de tensión en que los grupos se mueven: 1. en lo políticamente correcto, tensión baja, todos muy cómodos, pero ya es sabido que desde la zona de confort nada cambia. 2. En el conflicto extremo, la incomodidad se hace intolerable, la gente se paraliza, se defiende o huye. 3. La tensión productiva, un nivel de tensión intermedia, indispensable para que haya movimiento y aprendizaje.
¿Cómo salir de los extremos? Dos variables van evolucionando en la medida en que un equipo va ganando madurez que le permiten tener acuerdos sobre un tema: la primera, el grado en que tienen visiones comunes; la segunda, la capacidad de discutir y construir sobre las diferencias.
Si las diferencias son extremas, para acercarse a la primera, la clave está en partir por la segunda: es decir, primero acordar un marco sobre el cual tener la conversación, unas ciertas reglas de juego o criterios sobre los cuales entrar a conversar. Ponernos de acuerdo sobre la forma que nos pondremos de acuerdo, antes de intentar cualquier otro acuerdo.