Acabo de salir de una compañía la cual trabajé por muchos años y tengo una experiencia bien valiosa en mi rubro. Me han contratado asesorías en emprendimientos, no me ha ido bien, los clientes me dicen que se mucho, pero mi lenguaje es soberbio y descalificador ¿qué me falta?
Un buen asesor es mucho más que un experto criticando lo que está mal. ¿Qué busca un emprendedor cuando está dispuesto a invertir en una asesoría? En general, alguien que entienda su proyecto y cómo ha llegado hasta allí, las palancas de su negocio y referentes de mercado, entienda su problema, sea una contraparte en traer perspectivas y proponer soluciones prácticas y efectivas. Es decir, soluciones que lo dejen tranquilo.
Esto implica la experticia técnica del asesor, si, pero es mucho más que eso. La percepción de valor agregado tiene que ver con la percepción de que el otro ha entendido mi problema, con sentirme interpretado y abrir otras perspectivas de resolver los problemas entre manos. Un emprendedor, usualmente ha dedicado horas a desarrollar su proyecto, tiene un sueño y una historia de esfuerzo y de orgullo detrás.
“¿Cómo es posible que estén haciendo esto así? ¿O que no hayan visto esto otro?”. Un asesor puede saber mucho, ser muy experto en su materia, pero la manera en que transmite eso hace una gran diferencia en el impacto que pueda lograr. Nadie quiere sentirse tratado como un tonto por no haber visto las cosas que para el experto resultan obvias. En lugar de descalificar, es mucho más efectivo abordar la comunicación de manera apreciativa, reconociendo los esfuerzos, partiendo de lo que funciona, del momento evolutivo en que están, compartiendo constructivamente referentes de mercado, y por supuesto, siendo claro y preciso en los temas y acciones para mejorar.
En palabras de un emprendedor “Ya es arduo el esfuerzo en el que estamos todos en la empresa. Busco alguien que me sume, no que me reste”
Carmen Scotto. (14 de marzo de 2022). Diario La Segunda, Chile
