Me ascendieron de jefatura, ahora con varios equipos a cargo. Aun me cuesta cómo ser jefe sin afectar la relación con las personas, mi jefe dice que tengo que terminar de asumir mi rol
¿Cómo asumir un nuevo rol sin dejar de ser yo? Y por otro lado, ¿Cómo ejercer el rol a cabalidad, con mi propio estilo? Son los dilemas que enfrenta cualquier persona que asuma un cargo de mayor responsabilidad
Hay dos distinciones que hacer. La primera es tener muy claro, para qué existe ese rol, cuáles son las tareas y funciones asignadas, así como también las responsabilidades e impactos asociados al ejercicio de este. Para decirlo en simple, las funciones y tareas de las que hablamos son las que usualmente se incluyen en la descripción de cargo. Pero las responsabilidades del rol son mucho más, son aquellas cosas por la que se espera que yo asuma responsabilidad y tenga un impacto. Por ejemplo, para un jefe de proyecto las funciones y tareas estarán asociadas a que el proyecto avance en tiempo y presupuesto con la calidad esperada. Pero también se espera que, dentro de sus responsabilidades, trabaje en conjunto con las áreas, levante riesgos y los gestione, mantenga informado a los sponsors. La primera reflexión es, por tanto, tener muy claro que se espera de mí en el nuevo rol desde las tareas, pero sobre todo desde los impactos, para lo que ayuda tener una conversación de expectativas con el propio jefe y luego con el equipo. Ganar madurez en el ejercicio del rol es también dar las conversaciones expectativas entre roles, con ello también ganan en transparencia y fluidez las relaciones personales.
El segundo tema es, ya con claridad de lo que implica el rol que estoy ocupando, cómo lo ejerzo desde la persona que soy, con mi estilo. A diferencia de la multiplicación, aquí el orden de los factores sí altera el producto: lo primero es tomar conciencia del rol
Carmen Scotto. (21 de marzo de 2022). Diario La Segunda, Chile