Para el proyecto de transformación digital en la empresa hicimos un curso de metodologías ágiles, se armaron equipos en células y partimos muy entusiasmados. Pero ha sido difícil avanzar y particularmente frustrante al presentar avances a los gerentes. Me pregunto si estaremos preparados en la empresa para enfrentar un desafío como este.
Uno de los desafíos más importantes que implica poner la innovación y la transformación al centro de la cultura de la empresa está en el lado humano. Y esto es más que solo el cambio de hábitos en las personas. Implica una dimensión más invisible, que la Inteligencia Colectiva releva en la categoría de equipos: ajustes en cómo se trabaja entre roles y niveles jerárquicos que la empresa precisa para poder operar realmente de forma más centrada en el cliente y más ágil.
Algunos síntomas cuando esta dimensión necesita mayor atención:
- El ritmo de trabajo de las células tiene desfases con las expectativas del grupo gerencial: esta demanda mayor velocidad en el ritmo con que el grupo está operando. Para unos es muy rápido, para otros muy lento. Las instancias para monitorear avances son incómodas o frustrantes.
- Brechas de expectativas sobre lo que es “satisfactorio y necesario”: al hacer doble clic en los temas, hay distintas visiones entre los gerentes entre sí; y entre estos y los equipos de proyectos.
- Poca interconexión entre niveles jerárquicos: se opera en una lógica en que los de arriba piden, los equipos ejecutan y suben a presentar cuentas, con poca interacción intermedia. Soluciones que el equipo consideraba valiosas resultan insatisfactorias para el grupo gerencial, “no me sirve”, “no es lo esperado”.
Si identifica el lector algunos de estos síntomas, sospeche: es probable que lo que necesitemos ahora sea no solo metodologías o software, sino en paralelo intervenir en la forma de trabajar entre áreas y niveles jerárquicos. En la próxima entrega, algunas claves para avanzar.
Fuente: Scotto, C.S. (12 de Agosto de 2019). Diario La Segunda, Chile.
