Respondiendo la inquietud de profesionales que se preguntaban cómo reinventarse, completamos hoy la tercera columna dedicada al tema
En su informe 2018 el Foro Económico Mundial estimaba para 2025 la eliminación de 75 millones de empleos con la creación de 133 millones de nuevas funciones. A la misma fecha, 54% de los empleos actuales requerirán nuevas habilidades para convivir con las máquinas.
En este contexto la verdadera clave en la formación para el trabajo estará en ser capaces de desafiar los paradigmas propios y de entornos conocidos para incorporar o bien desarrollar nuevos esquemas. “Ser un profesional” refiere al ejercicio de un oficio o profesión. Y junto a estudios formales y habilidades técnicas, integra intangibles como el compromiso, la ética, la excelencia y las habilidades relacionales, que hacen la diferencia.
Reinventarse para un futuro que ya empezó implica pensar sobre implicancias y dilemas que están en el tapete. ¿Podrían el Big Data y la Inteligencia Artificial sustituir al libre albedrío y la experiencia humana? ¿La capacidad inimaginable de procesar datos hará mejor la vida como sugiere el dataísmo, la “filosofía emergente de los datos” así nombrada por David Brooks en 2013? ¿Dar más poder a la IA y al BD podría limitar nuestra libertad, siendo que los patrones que generan son repeticiones de comportamientos pasados? Autores como Yuval Noah Hariri, Byung-Chul Han y Martin Hilbert entre muchos otros han ido abordado preguntas como estas. Ineludibles para un profesional 4.0. Aún más allá ¿conoce el lector sobre lo que se mueve en la deep-web? ¿cuánto quiere estar disponible para lo que viene con el 5G?
La revolución 4.0 no es solo sobre tecnología y habilidades técnicas. Está sacudiendo los contextos y las maneras habituales que hemos tenido de hacer el trabajo, con lo que trae una invitación a hacerse preguntas, reflexionar sobre dilemas, tomar posturas propias y reinventar la manera de “ser profesional” en esta era.
Fuente: Scotto, C.S. (22 de Julio de 2019). Diario La Segunda, Chile.